Clinicats en Viña del Mar

Hace días que intento contactarme con la clínica. *NINGÚN TELÉFONO FUNCIONA*!.

Si quieren sus gatitos, no lo lleven aquí. A la hora de problemas no responden, tuve emergencia y nada...solo piden y sacan dinero con exámenes.... y bastante. Caro para atender en una habitación de 2x2, con mal olor. Evitense el mal rato y vayan a otro lugar.

Llevé a mis gatos, uno de ellos muy enfermo. Resultados: Gastos y más gastos sin una respuesta o seguimiento. Finalmente uno de ellos falleció. Semanas antes de que falleciera pagué mucho en exámenes que nunca llegaron ni fueron explicados a pesar de pedirlos… los pude ver hasta después de que el gato falleció y los exigí. Ninguna explicación. Cero sentido de responsabilidad… ningún respaldo o detalle del pago de exámenes (a pesar de exigirlos en una oportunidad…). Nunca se supo qué tuvo sino hasta la evaluación en urgencias… Conclusion: no lleven a sus mascotas a esta clínica. Busquen otra opción. (El mismo escenario le ocurrió a un amigo…)

Atención personalizada y muy atento a mi gatito. Los horarios varían, depende de la disponibilidad del veterinario, pero merece la pena adaptarse en lo posible a su horario.

El mejor lugar para llevar a los gatitos, el vet Paulo Lubi es un seco en gatos, tiene muy buena llegada con ellos, los entiende y les da su espacio para cuando toca revisarlos. Gracias a él descubrimos que mi gatito tiene diabetes, eso fue hace casi 4 años atrás y sigue siendo su médico de cabecera y mi gatito haciendo su vida normal con su tratamiento de insulina. Responde los correos, el wsp y lo que sea necesario cuando hay alguna urgencia o dudas. Mi gatito era de esos que en ninguna vet lo querian, lo tenian como agresivo y con él se porta super bien, porque sabe tratarlo, es un seco, lo recomiendo a ojos cerrados.

Pésima experiencia, daría 0 estrellas pero no se puede. Empezando porque es una pieza y no una clínica como tal la atención es mala. Le proporcionó a mi gato una quimio y cubrió la herida del tratamiento con algodón y scotch, lo cual le dolió bastante a mi gatito (que por su enfermedad ya estaba débil) porque le arranco bastante pelo (cualquier persona racional sabría que corresponde una gasa adecuada). Además le recetó pastillas cuando no podía comer nada porque todo lo vomitaba (aquí hay que considerar que mi gatito no estaba comiendo nada por la misma razón). Y lo que me parece peor es que existió una nula preocupación por el seguimiento de su tratamiento, pues basta con decir que después de proporcionarle la primera y única quimio a mi gatito nunca más nos contactaron para continuar su tratamiento (mi gato falleció y nunca se enteraron).

Mi experiencia fue mala, llevé a mi gato, luego de un largo tratamiento, le dio el alta. Sin embargo, al tiempo el gato murió. La consulta más exámenes en ese momento me salieron $ 158.000.- Me dijo que el gato necesitaba exámenes, nunca imaginé que saldría tanto, cuando me cobraron casi me caigo de la impresión. Me salió más caro que una hospitalización de fin de semana en otra clínica, incluidos exámenes, ecotomografias y dos dias de hospitalización. No lo recomiendo.

Paulo Lubí debe ser el mejor veterinario de la región. Un hombre sensible, honesto, que ama su trabajo y reconoce sus limitaciones humanas. Se agradece una persona que pone todo su esfuerzo y amor para entregar vida a nuestros michis.